No tiene todavia título... ni se como terminará...

Llegar... llegar... llegar... llegar... LLEGAAARRR...!!!
!Que se acabe el mundo! !Que caigan las estrellas! !Que el sol se apague! Pero primero dejenme llegar...!!

Silvio estaba muy emocionado, llegó el día en que sus sueños empezaban a cumplirse. El 24 de enero era la fecha fijada para el vuelo, el vuelo que lo llevaría por los insondables cielos de la literartura, por las blancas nubes de hojas de papel donde se impregnaría su sueño. Escribir

El reloj marcaba exactamente las 05:00 am. Silvio se detenía casi a cada paso que daba, se detenía en cada pintura colgada en la sala, se detenía en la puerta, mirando a sus hermanos menores aún durmiendo y al abuelo en el otro cuarto. Se detenía en cada portaretrato en el cual estaban inmortalizados los momentos mas felices de su corta pero larga vida, se detenía en cada arbol del patio. El mango, su preferido, su compañero, su charger, ese es "Don Mango". Llegando al portón de la casa dió quizá el suspiro mas grande de su vida.
La brisa característica de una mañana naciente, fuertemente impactaba su suave manto de frescura por el rostro de Silvio.
- ¿Será igual allá? - Se preguntaba. El pirî lo inundaba, sentía una profunda paz, pero a la vez la emoción y la impaciencia crecian.

- Mba'eiko che memby rejapo upepe hina... - escuchó Silvio.
Esa voz que se confundía con la brisa, esa voz llena de años, llena de sabiduría, voz invaluable. Mamá había despertado.
- E'a.. repayma ra'e... mba'eicha nde ko'ê mama? - preguntó Silvio
- Iporânte - replicó la madre - Ojehu piko ndeve algo che memby? Qué haces despierto tan temprano? - Preguntó suavemente.
- Me desperté y ya no podía dormir mas mami, por eso salí a mirar y disfrutar de un amanecer fresquito. Creo que lo voy a extrañar.
Mamá se acercó y asiéndolo de los hombros le dijo: Tranquilo che Silvio, por acá casi nada ha de cambiar para cuando vuelvas. Ambos quedaron viendo el amanecer, permaneciendo en un silencio que iba convirtiéndose poco a poco en dulces cantares de pajarillos que parecían unirse al espectáculo de un sol que se anunciaba imponente.

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(me imagino que he de continuar escribiendo... capaz que lo termine pronto...ojalá...)